viernes, 5 de julio de 2013

¿Qué hacer cuando tu guitarra sufre un accidente?

 
Hace algunos años yo estaba tocando en un pequeño festival en St. Louis y me estaba bajando del escenario. Puse mis guitarras sobre unos estantes que tenía al lado, mientras autografiaba algunos Cds y hablaba con algunos fans. De repente oí un gran golpe y luego ese “crack”. Y cuando miré, mi 1967 ES-345 estaba en el piso. Mi bella guitarra color cherry red descansaba herida sobre el pavimento y la tapa y mástil estaban completamente separados.

No estaba contento, pero seguí firmando CDs y hablando con la gente, simplemente porque sabía que algo peor ya no podía ocurrir y entendí que la única solución era llevarla a la casa de mi lutier de confianza en Nashville. 
No solamente reparó la guitarra sino que ordenó un tarro especial de pintura vintage que logró cubrir las marcas de la reparación y le dio un nuevo estilo sin perder su originalidad.

El punto de esta historia es que si tu guitarra se rompe, simplemente respira y llénate de tranquilidad. Hay una alta posibilidad de que se pueda reparar. Es más, en alguna ocasión una novia muy celosa rompió la mandolina 1923 Gibson F-5 de Bill Monroe, quedó reducida a muchas piezas y debió ser reconstruida con el cuidado y paciencia de quien arma el más complicado rompecabezas, pero hoy ese instrumento se ve muy bien y reposa en un lugar muy especial del Country Music Hall of Fame en Nashville, suena y se ve como cuando estaba nueva.

A continuación algunos puntos para considerar si tu guitarra sufre un accidente:

No entres en pánico: Esto hay que repetirlo y repetirlo. Solo en muy raras ocasiones una guitarra rota no logra recuperar su forma y sonido, incluso si requiere un gran trabajo, como reemplazo del mástil. Si tienes un instrumento de bajo costo y no estás seguro que la reparación sea la solución ideal, lo mejor es hacer un balance y quizás invertir tu dinero en un nuevo instrumento y olvidarte de las reparaciones.

Recupera todas las piezas: Volviendo a la historia de Bill Monroe… cuenta la leyenda que luego de que su mandolina quedara en muchas piezas, él las reunió con cuidado y las puso en una caja de zapatos. Con paciencia las puso en la caja una a una, una tarea necesaria y que permitirá a quien trabaje en ella pueda tener todas las piezas originales, fragmentos de madera y otras partes a su disposición.

Guarda las piezas con cuidado: De nuevo regresamos a la historia de Bill Monroe. No solo las partes claves y grandes son las importantes. Cada pequeña pieza, tornillo o todo debes guardarla en bolsas de plástico o cajas pequeñas que provean protección a esas partes delicadas. Una pieza grande de madera puede arruinar una pieza menor si no es guardada con cuidado.

Hazlo tú mismo: Quizás tengas el conocimiento y el talento para hacer algunas reparaciones. Pero hay trabajos que requieren precisión, como pegar la tapa al mástil y si lo haces tú…Soldar alambres y cables puede ser fácil, pero debes hacerlo en un lugar especial, con equipo especial y con el conocimiento de un experto. Si no sabes cómo hacerlo, consulta en internet, pregúntales a tus amigos si conocen a alguien. Evita hacerlo tú mismo, no lo hagas. Lleva tu instrumento a un lutier, él es un experto y sabrá cómo hacerlo bien. Una pieza mal unida, en el ángulo equivocado y con los materiales que no corresponden, pueden tener consecuencias en el sonido irreparables. Puede ser que estéticamente y para tu opinión se vean bien, pero al momento de probar el tono y afinación, el daño puede ser irreparable.

Busca una persona experta: Todo lo que hemos hablado llega a una conclusión clara. El experto realmente es un lutier. Si no conoces uno, pregunta entre tus amigos, entre los músicos locales que admiras y tienes contacto. Seguro un buen nombre llegará. Cuando encuentras a alguien de confianza seguro regresarás a él para reparaciones menores o ajustes de tu instrumento. Cuando eres leal a tu lutier, él te tratará muy bien, pero lo más importante es que cuidará muy bien a tu guitarra.  
 
Guarda las partes: Si necesitas una nueva parte, como un puente, alguna parte electrónica o incluso un mástil que ha sido reemplazado por uno nuevo, guarda todo. Esa parte o pieza puede ser útil en otra reparación para algún proyecto normal o poco convencional. Piensa que tu guitarra y sus partes son como tener un auto al que le cambias algunas piezas pero que guardas las viejas en el garaje. Algún día pueden ser útiles.
Ordena las nuevas partes: Los profesionales en reparar guitarras se encargan de arreglar, no de vender, así que no tengas miedo de explorar en línea por repuestos y nuevas partes para tu guitarras, desde tornillos, pasando por micrófonos, cables, etc, así ahorraras dinero y tiempo, además si tienes un lutier reputado, él estará a gusto de reparar tu guitarra sin queja alguna. 

Considera una venta: Digamos que tu guitarra tiene un mástil con una pequeña falla y luego de una reparación el sonido no te complace. Muchas veces el instrumento cambia su sonido luego de ser reparado. En otras, suena mejor. Es un asunto personal, cada quien sabe si su guitarra suena bien o mal. Incluso puedes pensar que la reparación ha sido una pérdida de dinero. Pero no es así. Esa guitarra puede ser perfecta para alguien más. Así que esta guitarra puede ser el primer pago o puede representar una parte del valor total de un nuevo instrumento, tu próxima guitarra. O en el peor de los casos vende algunas de las partes y busca partes de otra guitarra averiada, pastillas, etc. Alguna vez compré unos humbuckers vintage de una Les Paul que estaba abandonada en un garaje. Y esas pastillas fueron perfectas para otra guitarra que tenía fallas en las partes electrónicas y hoy es una de mis guitarras favoritas.

Crea algo nuevo: Y ahora nos enfrentamos al peor de los escenarios. Tu guitarra no puede ser reparada y se puede transformar en partes reciclables para otra guitarra o se puede adaptar de otra forma. Por ejemplo un amigo me regaló el cuerpo de una Epiphone hollow body con un set perfecto de pastillas P-90 de los sesenta. Pero esa guitarra tuvo un mástil muy mal reparado. Quizás no fue culpa del lutier, quizás faltaba una pieza. Trate de repararla, pero cada dos semanas requería un ajuste. 
 
Soy un guitarrista clásico, no como un Jack White que hubiese creado algo especial, eso es un talento y una iniciativa que no todos tenemos. Pero es bueno explorar, considerar usar una madera diferente, una guitarra con un cuerpo original y un mástil de otra guitarra. Algo extraño pero quizás pueda tener un sonido único que nadie más pueda igualar.
 
Crea arte: Y en el más desesperado de los escenarios, puedes crear arte con las partes. Unir cuerpos, mástiles, clavijeros y puedes crear una escultura, una pieza de arte original y única. Un perfecto ejemplo es lo que se puede ver en los Americana Music Awards cada año en el Ryman Auditorium de Nashville donde ves obras de arte con partes donadas por la fabrica Gibson.
 
 
 

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